¿Por qué Navantia perdió el megacontrato de submarinos de Canadá? La clave es el sistema AIP

Por qué Navantia perdió el megacontrato de submarinos de Canadá La clave es el sistema AIP

Introducción

El contrato para renovar la flota de submarinos de la Royal Canadian Navy era uno de los más codiciados del mercado de defensa. Miles de millones en juego, prestigio internacional y una oportunidad histórica para Navantia. Sin embargo, el S-80 Plus, orgullo de la Armada Española, quedó fuera de la competición.

¿El motivo? Un requisito técnico no negociable: disponer de un sistema AIP (Propulsión Independiente de Aire) certificado y operativo en el momento de la entrega.

Este artículo analiza por qué Navantia no cumplió este punto ahora, por qué eso no significa que el S-80 no sea un gran submarino, y cómo el futuro S-90 puede convertir este revés en una ventaja competitiva.


El sistema AIP: la clave técnica que decidió el contrato

El sistema AIP (Air Independent Propulsion) es hoy un elemento disruptivo en la guerra naval. Permite a un submarino:

  • Operar semanas sumergido sin salir a superficie ni usar snorkel.
  • Reducir su firma térmica y acústica, volviéndose prácticamente indetectable.
  • Incrementar su autonomía en entornos estratégicos como el Ártico, donde la vigilancia aérea y satelital es intensa.

Canadá, que busca proteger sus rutas polares y disuadir intrusiones en el Pasaje del Noroeste, dejó claro: sin AIP operativo, no hay contrato.


¿Por qué el S-80 no pudo cumplir?

El S-80 Plus es, sin duda, uno de los submarinos convencionales más avanzados del mundo. Con 3.000 toneladas de desplazamiento, misiles de crucero y un sistema de combate estadounidense (Lockheed Martin), ofrece capacidades que pocos sumergibles no nucleares pueden igualar.

Pero su talón de Aquiles fue el AIP:

  • Tecnología en desarrollo: El bioetanol-AIP diseñado por Navantia y Abengoa está en fase avanzada, pero aún no ha sido instalado ni certificado en la flota.
  • Plazos incompatibles: Canadá necesitaba garantías de que el sistema estaría 100% operativo dentro del calendario contractual. Navantia no podía asegurar esa entrega.
  • Competencia consolidada: Corea del Sur (clase DSME 3000) y Alemania (Type 216) ya ofrecen AIP probado, basado en pilas de combustible o sistemas similares, con experiencia exportadora.

Un submarino excelente, con un detalle pendiente

Es importante remarcar que el S-80 no es un mal diseño. Todo lo contrario: es un hito tecnológico para España y uno de los pocos programas de submarinos desarrollados íntegramente por un país que no es potencia nuclear.

Esto lo coloca en un grupo muy reducido: Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur y ahora España. Cada uno de estos programas ha sufrido retrasos y sobrecostes en sus primeras fases. Es el precio de crear soberanía industrial y tecnológica.


El S-90: la respuesta de Navantia al mercado internacional

Navantia ya tiene un plan para no repetir esta historia. Se llama S-90 y será la evolución natural del S-80, pensada desde el inicio para el mercado exterior.


Tecnología y calendario del S-90

  • AIP certificado desde el día uno: El S-90 incorporará el bioetanol-AIP, probado y optimizado en los últimos S-80 Plus de la Armada Española.
  • Más alcance y modularidad: Adaptable a diferentes armamentos y sistemas de combate para satisfacer requisitos de países OTAN y no OTAN.
  • Plazos claros: Navantia prevé que el S-90 esté listo para licitaciones entre 2027 y 2030, con Canadá, Australia y Polonia en el radar.

El objetivo: convertir la experiencia del S-80 en ventaja competitiva.


Otros factores que influyeron en la decisión canadiense

La sombra de los retrasos del S-80

El programa S-80 comenzó con desafíos: sobredimensionamiento de peso, rediseño y un coste que se disparó. Aunque hoy es un submarino puntero, esta historia generó desconfianza en licitaciones internacionales.

Geopolítica y logística

  • Mantenimiento en territorio canadiense: Corea y Alemania ofrecieron bases y transferencia tecnológica en Canadá, algo muy valorado.
  • Alianzas estratégicas: Alemania tiene una relación histórica en defensa con Canadá, lo que inclinó la balanza.

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Un revés táctico, no estratégico

España pierde un contrato importante, pero gana un aprendizaje clave: para exportar, no basta con tener un diseño excelente; hay que llegar con tecnología certificada y probada.

Navantia sale reforzada a medio plazo

El S-80 seguirá siendo un submarino estratégico para la Armada Española. Con él se validará el AIP y se sentarán las bases para un S-90 competitivo y fiable.

Lecciones para competir en grandes contratos

  • Innovar más rápido: La certificación del AIP debe ser prioritaria.
  • Buscar alianzas locales: Asociarse con industria canadiense, australiana o polaca para ganar confianza.
  • Marketing y diplomacia: Potenciar la imagen de España como proveedor fiable y tecnológicamente puntero.

Conclusión

El S-80 perdió la oportunidad canadiense por un detalle técnico: el AIP no estaba listo. Pero esto no resta mérito a un submarino que coloca a España entre la élite tecnológica mundial.

Con el S-90, Navantia busca dar el golpe definitivo: un diseño optimizado para exportación, con AIP certificado y experiencia acumulada. La derrota de hoy puede ser la victoria de mañana.

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